Si ya lo sé yo; si ya lo sabe mi computadora.
Cuánto falta para que lo sepas vos.
Te inventé mil nombres y los descubriste todos.
Tal vez porque no pude conmigo misma
ni con ellos
y te los conté.
Conté nuestra historia de mil maneras distintas
y escuchaste cada una de ellas
desde tu burlón silencio
y eso conté también.
También quise mantenerte en las sombras,
ignorante de todo cuanto pensaba,
pero sin querer busqué que sepas
que no sirvo
para callarte nada.
Nada puedo ocultarte si sos todo ojos,
oídos, tacto y algo más que se me escapa.
Y yo soy toda boca
y hasta besándote
hablo.
Hablo, hablarle al vacío necesito. Quiero terminarte de una vez. Más fuerza necesito. Para hablarle al vacío.
Hasta la próxima.
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