viernes, 14 de mayo de 2010

Existís en la medida que te pienso
y que alguno que otro te piensa en voz alta.
Y siempre es el mismo, el que te piensa
y te menciona en mi presencia.
Y me callo en tu ausencia
y si estuvieras
¡también callar debería!
Así que te hice un fantasma recurrente
con pendientes en mi tierra
que lejos de ser besos están.
Te habré matado en algún momento
para que ahora me persigas así,
invisible, ilusión, sin estar.
(¿Y si es como esa película tan rara,
"Los otros", y soy yo la muerta?
¿La loca, la asesina suicida,
que hirió y quiso su fortuna que se hiera
para vivir una menos real vida?)
Somos en dos planos, en dos mundos.
Vos, la idea; yo, la forma.
Soy tantas características
que a fin de cuentas recuerdan
a vos y nada, no hacen nada más.
Pero probado erróneo. Existís
solamente
en la medida que te pienso.

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