martes, 5 de octubre de 2010

Desesperada, temblando
sola en el frío
- de noche, cómo no, siempre de noche -
las lágrimas congelándoseme en los ojos que como cuencas
quieren llenarse de luna nueva

Y la incertidumbre presente
de la ausencia de la mente
de mi ausencia en tu mente
de mi mente hundida
en tu ausencia clemente

Ah, por qué,
yo quiero
llorar toda mi sangre
quiero ser sangre fría
quiero despedazarme a mordiscos
víctima de mi voraz
hambre de vivir...

Que esta noche llore el mundo
sobre mi cuerpo desesperado
que el llanto acaricie las heridas
y mi sangre se alíe a los ríos que me arroyen
que esta noche pase rápido
rápido lave el mundo mi ceniza
¡Ah, por qué
se me habrá ocurrido
por un día
vivir!

No hay comentarios:

Publicar un comentario