lunes, 21 de noviembre de 2011

¿Qué hace uno con esta ansiedad?
Me olvidé qué se hacía.
Qué curioso: verano, otra vez verano,
y amor, otra vez amor.
¿Se repetirán todas mis historias?
Más bien estoy observando
que reaparecen en forma de refritos,
como pantalones cosidos de a parches
de esos vagabundos de Disney.
Pedazos de historias de mi pasado
se combinan de nuevas formas
y me están armando este camino
lleno de nostalgias y viejos miedos
y viejos enojos y dolores...
Y sobre todo la misma hermosura
vieja que vi en el pasado,
vuelve. Vuelve con el verano.

Se armó con el nombre de aquél,
con la mirada de ese otro...
Tiene la vida de éste,
las palabras de... Todavía no sé
de quién son las palabras que habla.
Pero sí tiene la lengua de él,
su tono, cuando mueve los labios
y vibra su garganta, su tono sensual
y sabelotodo,
y el color del pelo,
se parece a él.
Se parece a él.
Todo es un revuelto de él.
Todo es él, él, él, que vuelve.
Volvé, volvé... Te quieren imitar.
Mi vida te quiere imitar.
Y vos sos uno solo...
El que no me puede mirar.
El que no me puede extrañar.
El que nunca pudo ser.
El que fue, sin embargo, el que fue
sin tener que haber sido
y que nunca más va a ser...

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