miércoles, 8 de diciembre de 2010

¿Cómo llamarte esta noche,
que se me hiela el corazón?
Que me consume una helada inverosímil
en el seno de un verano irreal.
¿Cómo de mi necesitarte
habrás de enterarte?
No viaja el sonido
a través de los sueños.
Es mentira que existes
y que sientes mi pálpito.
Esta noche helada
se derrite mi calma,
se acaba mi espera,
arde mi resto,
urge mi fin.
Y en tus brazos, donde se arrulla el calor
en el invierno porque hay amor,
no queda lugar para mi nieve triste
y se hace agua en el camino mi voz
que susurrando es simple clamor...
Mi vida, si pudieras escucharme
te rogaría: no respondas,
no seas el fantasma que pide a gritos
mi alma hambrienta de ti.
Necesito verano
y de carne y hueso,
no fantasías blancas
de arpa y cartón.

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