domingo, 23 de octubre de 2011

En parte no quería dejar de sangrar.
Esa sangre eras vos, y yo no podía llorar.
Ahora parece que cicatricé, ya no hay nada rojo acá.
Pero me resulta más creíble pensar que una hemorragia masiva interna
Me está intercambiando años por minutos.
¿Que viviría cincuenta, sesenta más...?
Desde anoche vivo mi hora fúnebre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario