miércoles, 7 de julio de 2010

Nos acostumbramos a retratar el instante
siete veces por segundo.
Nos acostumbramos a pensar en 140 caracteres.
Yo me acostumbré a nunca acostumbrarme,
porque la costumbre es cosa del pasado.
Así también me acostumbré a no asombrarme,
porque el asombro es cosa de viejos
y hay que estar acostumbrados a lo nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario